
En otras palabras, deben continuar funcionando incluso cuando la estimulación ha cesado. Esta actividad persistente es esencial también para las funciones de memoria a corto plazo que nos permiten desenvolvernos en la vida diaria.
Esto implica que, en ausencia de neurotransmisores, al menos un 20 por ciento de las neuronas se mantienen “encendidas”. Los resultados han sido obtenidos a partir del estudio de fragmentos de cerebro in vitro.
El siguiente paso en la investigación de las científicas españolas será comprobar cómo se comportan las neuronas en un cerebro vivo activo y conectado a otras áreas cerebrales.
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